Domingo 3 de
noviembre del 2013
El día empezó a
las 5:00 am porque teníamos que salir antes de las seis del hotel para tomar el
autobús que nos llevaría a Staten Island. El trayecto duro mas de una hora
hasta que nos bajaron en el lugar donde se concentro a todos los corredores del
maratón
2013, alrededor de
50,700 entre hombres y mujeres esperando la hora de salida. El frio calaba y
nos hizo buscar un lugar en una carpa para sentarnos un rato. Ya solo tenía que
esperar poco más de dos horas, pero si ya había esperado seis meses, un rato
mas como quiera lo aguantaba. Aquello parecía
campamento de refugiados. Se
acerco la hora de mi salida que era a las 10:55 de la mañana y mi amigo Ledu
decidió dejar pasar su hora de salida que era media hora antes para salir juntos.
Ya formados en los corrales nos deseamos suerte y esperamos el cohetón que
marcaba el inicio de mi maratón. Estaba en la cuarta ola, color
naranja, corral 62. Correría por el lado izquierdo del puente Verrazano.
10:55 y empiezo
a correr…
Arrancamos la
cuarta ola de corredores, que supongo yo seriamos algunos 12,500 subiendo la
cuesta del puente Verrazano que conecta a Staten Island con Brooklyn. Se
escucha al fondo la música de New York New York con Frank Sinatra y la
adrenalina hace que se te quite el frio y quieras ir más rápido…. Te quieres
comer el maratón desde el principio. Empiezo a checar mi paso para controlarlo
y no caer en la inercia de la carrera ya
que al final lo pagaría muy caro. Me
había pintado la estrategia en el antebrazo izquierdo y me prometí a mi mismo
seguirla lo más que pudiera. Al llegar al centro del puente se siente un alivio
al dejar de subir e iniciar el descenso hacia Brooklyn. Inmediatamente llegando
al suburbio se dejo sentir el calor de la gente apoyando a los corredores
durante el recorrido. Es impresionante como los habitantes hacen suya la
carrera, apoyan, gritan, tocan en bandas. Yo, muy atinadamente, mande hacer una
playera con la palabra MEXICO y mi nombre en el pecho que me ayudo un chorro
para levantar el animo. Cuando me sentía un poco cansado me ponía a correr por
los lados e inmediatamente la gente te empezaba a gritar: vamos México!!! Go Marcelo!!!
Y sigo
corriendo…
Por las calles de Brooklyn corro por diferentes barrios, con algunos tramos con pendientes pero con un público muy animado que, aunque éramos el último grupo y la carrera ya llevaba más de una hora y media de haber comenzado, seguía apoyando a pesar del frio. Se ven familias completas, parejas de novios o esposos, grupos de amigos, trabajadores que les toco chambear. Todos apoyando. A mí se me olvido mi Ipod y antes de empezar estaba muy angustiado porque estoy muy acostumbrado a correr escuchando música, esto se lo comente a una chava puertorriqueña que se sentó a mi lado en el autobús que nos llevo a Staten Island y me dijo que este era su segundo maratón aquí y que no me preocupara, no lo necesitas. It’s so much going on!! Y era cierto, en ningún momento me siento aburrido. Entre estar checando mi paso en el reloj y viendo todo lo que veo mientras corro, se me pasan los kilómetros como si nada. Así llego al kilometro 20.
Y sigo
corriendo…
Cruzo el puente
Pulaski que conecta a Brooklyn con Queens y cruzo la línea de medio maratón.
Mas o menos voy con lo planeado y empiezo a apretar un poco el paso. Desde
donde voy corriendo ya se ve Manhattan claramente. Tomo un sorbo de agua en
todas las estaciones aunque no traiga sed, correr en frio es lo mío, disfruto
mucho más la carrera. Corro por algunas avenidas hasta que me subo al puente
Queensboro que me llevara a Manhattan. Ya llevo 25 kilómetros y la cuesta para
subir al puente me deja un ardor en las plantas de los pies y dolor leve en las
piernas.
Y sigo
corriendo…
El puente mide más
o menos 2 kilómetros y es el primer lugar desde el puente Verrazano donde no se
oye el apoyo del público, solo escucho pujidos, pasos. Vamos corriendo todos
sin hablar subiendo con trabajo la mitad del puente y bajando la segunda mitad más
desahogadamente. Al ir llegando a la parte de abajo, se empieza a escuchar un bramido,
leve al principio pero más fuerte al irme acercando, de la gente que está en
Manhattan. Nos bajan del
puente con una curva cerrada, pasamos por abajo del
mismo puente y agarramos la 1ª avenida de Manhattan rumbo al norte, rumbo al
Bronx. Es impresionante la cantidad de espectadores por ambos lados de la calle
y la forma en que apoyan. Cada cuadra hay una banda con música diferente y que
hace que los casi 5 kilómetros de subida se me hagan menos pesados. Veo a Viri
en la calle 88 que me da ánimos a seguirle y me pasa la bandera de México y una
cámara, ya que mi celular ya casi no trae batería. Durante todo el trayecto de
la 1ª avenida voy checando mi reloj, y aunque en mi estrategia debería ir más
rápido no puedo ya que el dolor en las piernas va in crescendo, aparte de la subidita de casi 5 kilómetros, que
aunque no era muy pronunciada si era muy larga.
Y sigo corriendo…
Llego hasta la parte alta de Manhattan
y cruzo hacia el Bronx por el puente Willis Avenue, allá en el Bronx no se nota
tanto el apoyo en las calles, esta mas solitario. El recorrido en este suburbio
dura si acaso 2 kilómetros y cruzamos nuevamente hacia Manhattan pero ahora por
el puente Madison Avenue cayendo en la 5a avenida. Ya el dolor en las piernas
era algo constante, pero ya llevo 35 kms corridos, solo me faltan 7 más para
acabar!! Pero esos 7 kms obviamente no son como los primeros 7, son totalmente
diferentes. Al menos ya está muy claro el tramo que falta para terminar: correr
por la 5a avenida hasta empezar a correr a un lado del central park, pasando el
Guggenheim me metería a las calles interiores del parque y de ahí solo 3 kilómetros
más para terminar, muy fácil pensaba yo mientras veía que ya no podía mantener
el ritmo, mucho menos mejorarlo. Lo
bueno es que al menos no me han dado calambres en las piernas, veo que hay
corredores por los lados haciendo estiramientos para quitárselos y me alegro de
que por el momento a mi no me han dado.
Y sigo corriendo....
En medio de la 5a avenida en el barrio
de Harlem esta el parque Marcus Garvey Park al que hay que sacarle la vuelta y
para que se me olvide un poco el dolor de las piernas ocupo mi mente contando números.
Poco a poco voy poniéndole menos atención a los espectadores que tanto animo me
han dado. Voy concentrado en contar: uno, dos, tres.... Me da resultado por un
rato, realmente ya no me acordaba del dolor hasta que me acorde y madres, que
me vuelve a dar.
Y sigo corriendo....
Por fin llego al central park, y hago
cuentas de cuantos minutos me faltan para llegar, ya sabía que mi plan de hacer
4:30 no lo iba a poder lograr, ya iba como 8 o 10 minutos atrasado. Ya no
aguantaba las piernas y el ver corredores parados o caminando juega en tu
contra, la mente es cabrona!! Así que decido pensar un rato en cada uno de las
personas que tuvieron algo que ver en mi camino para llegar hasta aquí. Me
acuerdo de mis amigos corredores que me están siguiendo por la aplicación o por
feis y que me están poniendo mensajes. En mi entrenamiento hubo más de uno que
me llamaba antes del fin de semana para preguntarme cuanto me tocaba entrenar y
ofrecerse a correr conmigo aunque fuera una parte solamente. Siempre con buena
vibra!! Estas cuadras son por Julián, Hugo, Hugo, el tocayo, Fito, Omar, Miguel,
etc.
Y sigo corriendo....
Lo que antes parecía pasar tan rápido,
ahora es cada vez más lento. El tramo que corro a un lado del parque es una
pendiente que no me esperaba y que está terminando conmigo, veo el reloj y me
doy cuenta que me faltan 5 kilometrotes!!
Así que decido pensar en la persona
que me vio cuando empezaba en esto y me salía a correr por la calle Broadway de
San Antonio. Regresaba media hora después y me preguntaba -cuanto corriste?
-Como dos kilómetros y medio!!! Le contestaba todo sudado. -wow es un chorro,
que bien!! Jajá nos emocionábamos porque aguantaba dos kilómetros y medio, eso
sin decirle que los últimos 500 mts los había caminado. Mira nomas donde ando
madre!! En el maratón de Nueva York!! El más cabron de todos los maratones!! Ya
me imagino la fiestona que has de traer en el cielo...
Y sigo corriendo...
Ya no aguanto y camino algo así como
100 metros, esta subida me está matando. Tiro a la calle la bolsa con los jelly
sports beans que me quedaban, ya no me sirven para nada!! Ya tope con la famosa
pared desde hace varias cuadras y sigo tratando de no dejar de correr. Me está
dando resultado esto de pensar en otras cosas para despejarme y hago un
recuento de todo lo que tuve que hacer para poder llegar hasta este kilometro
38. Como tuve que cambiar mi forma de entrenar para ser un poco mas rápido,
cambiar mi forma de comer para bajar de peso y el programa que hicimos mi nutrióloga
y yo para bajar de 10 a 15 kgs de grasa, lo cual honestamente, yo veía como
algo muy lejos de llegar, pero lo logramos Claudia, 14.5 kgs menos de grasa!!!
Y sigo corriendo....
Ya la ampolla del dedo chiquito me
duele chorros, ya no sé que me cala mas, si la ampolla o el dolor de piernas.
Me doy cuenta que voy un poco más lento al ver mi reloj, no al ver a los demás
corredores porque me da la impresión de que todos vamos más lentos, algunos
caminando. Por morbo o curiosidad me asomo a ver el número de algunos de ellos
y veo que hay uno que otro de la ola dos y tres.... No voy tan mal pienso, ya
alcance a estos. Lo bueno es que mi ola era la última y no hubo ningún corredor
de alguna otra ola que me haya
alcanzado. Me acuerdo de mi familia que siempre me apoyo, mis niños que muchas
veces me ven corriendo cuando Viri los lleva a la escuela. El último mensaje de
ella que veo antes de que se me acabe la pila es que ya está en Central Park,
anda apoyando con todo!!! Gracias Viri por seguirme la corriente siempre!!!
Y sigo corriendo....
Y llego al kilometro 40, hecho
garras.... Viri me grita y no puedo ni voltear casi a saludar, voy zombie, no,
zombie no, porque a ellos no les duele nada y a mí me duele todo!! La ampolla,
la planta de los pies, las piernas, las rodillas, los tobillos, todo!! Los
espectadores están impresionantes, escuchaba algunos vamos México, vamos Marcelo
pero ya no podía ni voltear a regresar la atención del saludo. Solo tengo que
correr dos kilómetros más!! Así que decido regalarme estos dos kilómetros a mí,
estos dos kilómetros son míos, yo me los gane, partiéndome la madre durante
seis meses, madrugando para entrenar, dejando de salir con amigos a echar
cheve, aguantarme el antojo de algo que no pudiera comer. Son míos y nada ni
nadie me los va a quitar. Por estos dos kilómetros
vine, no por los primero dos, vine por estos, por los últimos, estos son los
que saben ricos, estos son en los que más duelen las piernas, estos son los dos
kilómetros más chingones que corro de los últimos años así que con el dolor y
todo los estoy disfrutando y nada me va detener antes de la meta.
Y sigo corriendo....
Una pareja que me alcanza me animan a
seguir, vamos me dicen. Ya falta menos de un kilometro, aquí nos vamos
contigo!! Eso me dio muchos ánimos, me cuentan que son de Querétaro y corren a
mi lado hasta que me empiezan a dar piquetes pre-calambre en las dos piernas así
que les deseo suerte y camino otros 100 metros, ya no falta nada, ya casi acabo
así que agarro otra vez el paso y sigo por el camino hacia la meta.
Y sigo corriendo....
Por fin veo la meta como a 600 metros,
los gritos de la gente son muy fuertes, ya no me queda nada en mis piernas,
sigo trotando en automático, dos chavas mexicanas me alcanzan y luego se
vuelven a quedar atrás, 400 metros, sigo corriendo, la meta se va acercando
poco a poco, el ardor es casi insoportable, camino algunos 20 metros para luego
seguir trotando. Ya no me voy a parar, pienso, ya no!! Sigo corriendo. Paso el
letrero de 300 metros seguido por el de 300 yardas un poquito después, se oyen
los gritos, la música, las pisadas de los demás, los jadeos, mis no mames, 200
metros, 100 metros, sigo corriendo, están las gradas a los lados de la meta, el
volumen de la música es muy fuerte, todos apretamos lo mas que podemos los últimos
metros, 50 metros, 20 metros, sigo corriendo, 5 pasos más y cruzo la meta!!!
Y ya no oigo nada...
Y ya no tengo que correr...
Ya termine mi maratón...
Ya termine mi maratón de Nueva
York....
Esto debe ser lo que Alejandro llamaba
Kaif, seguro lo es....
Aaaa que chingón me siento....
Me ponen mi medalla....
A duras penas puedo caminar, como
venia corriendo??
Poco a poco todo vuelve a la
normalidad, oigo a los demás corredores abrazándose, la música sigue... La vida
sigue.... Nos piden continuar caminando y varios avanzamos con trabajo, pasito
a pasito. Nos ponen la tradicional sabana de aluminio para el frio, estamos
como a 10 grados que antes no calaban. Empezamos el
camino de casi una hora
para la reunión con la familia, un tormento pero que importa, termine mi
segundo maratón con 4:46:38, dieciséis minutos más de lo que quería pero un
tiempo que hace apenas unos meses lo veía muy lejos de mis posibilidades. Ya
habrá
más maratones. En el caminito de resurrección nos dan uno ponchos naranjas para
cubrirnos del frio que están más padres que calientes, no dejo de temblar.
Quiero mi diet Dr. Pepper!!! Por fin llego al área de reunión familiar y me
encuentro con Viri,
nos abrazamos, me felicita, me dice que está orgullosa, que
que padre y yo solo le pedía mi diet Dr. Pepper y un poco de agua. Ya que me la
trajo empezamos a platicar en lo que esperábamos a Ledu, que después hablo
diciendo que ya estaba en el hotel, así que
nos fuimos nosotros también. Como
no había taxis por la cantidad de gente agarramos una bicicleta para Viri,
Perla y para mí. Voltea el ruso y nos dice que son 5 dlls por minuto... Si
ombeee, ya dale que me estoy cagando de frio!!! No contaba que el muy cabron se
iba a tardar 25 minutos en llegar al hotel, 125 dólares por el viajecito en
bici por las calles de Manhattan... Ahí me salió mi último No Mames!!! Termino
aceptando $105, entro el hotel, felicito a Ledu y abro una cerveza.
Que chingón se siente esto....
Nos vemos en el próximo!!!